Club Deportivo Ferroviarios: El Estadio San Eugenio en su peor momento

Uno de los estadios emblemáticos de la Región Metropolitana, pasa, nuevamente, por un duro momento. En su historia, dos incendios han hecho reducir la capacidad de la galería y, actualmente, la construcción hecha hace más de setenta años, ya está en deplorables condiciones.

Por José Tomás Fernández

Estadios como tal, hay pocos en Chile. Unos tres o cuatro por región, lo que comparado con el resto de Sudamérica u otros paises desarrollados, es poco. Es por eso que cobra importancia lo que ocurre con el Estadio Ferroviario Hugo Arqueros Rodríguez, conocido popularmente como el “Estadio San Eugenio”.     

Resulta que paso de ser uno de los estadios más importantes de Chile desde su construcción en 1941, a ser uno de los estadios en peores condiciones de Chile: con la cancha en un estado horrendo, lleno de hoyos, pelones o maleza; camarines totalmente destruidos; y las galerías completamente fuera de uso debido al lamentable estado de estas.     

Cabe aclarar que fueron muchos los hechos que llevaron al Estadio San Eugenio, conocido así por estar ubicado prácticamente al lado de la Maestranza San Eugenio, a quedar en una condición tan mala. Inaugurado en 1941 como el primer recinto deportivo de primer nivel en Estación Central, su aforo máximo era de 31 mil personas, pero lamentablemente, a lo largo de su historia han ocurrido tres accidentes graves que han mermado su capacidad: tres incendios.      

La data de los incendios es prácticamente un mito, desde la dirigencia de Club no tienen datos, bomberos del sector tampoco se atreven a dar datos que no tienen consignados de manera oficial y en prensa e Internet tampoco salen datos lo suficientemente verídicos como para afirmar las fechas exactas.      

Arturo Galdames, hincha del Club y que en su niñez fue la mascota del equipo oficial, aparte de integrar Ferrobádminton, equipo antecesor del actual Ferroviarios, recuerda las tragedias. “El incendio comenzó en el camarín de Ferro y el fuego se propagó muy rápidamente, ya que la construcción de el estadio está hecha de roble nativo.      Lamentablemente eso produjo que la capacidad del estadio se redujera en un cuarto, mas o menos”, dijo Galdames. Luego contó el segundo incendio, el más grave: “Por los años 70 mas o menos, se jugo acá en el estadio un campeonato de industrias. Vinieron equipos desde Calama, La Serena, Coquimbo, Viña, Valparaíso, Concepción, Talca, Constitución, Ventana, entre muchos otros. El asunto es que se jugó todo el campeonato con total normalidad, hasta en la final ganó el equipo de Valparaíso. Todo bien, hasta que en los festejos dentro del camarín, se pusieron a celebrar tomando alcohol y fumando marihuana. Eso a mi me daba lo mismo, ellos no eran de Ferroviarios. El problema es que luego de fumarse los pitos, tiraron por la ventana del camarín las colas o colillas y justo ahí había una zarzamora seca. Lo trágico fue que el fuego no se propagó inmediatamente, sino que durante la noche comenzó a incendiarse, lo provocó la perdida de toda la galería sur. Así fue como el estadio pasó de tener una capacidad de 25 mil, luego del primer incendio, a 7 mil u 8 mil, después del segundo”.           

Galdames se emociona, ya que según cuenta “llevo a Ferro en el corazón”. Y es por eso que le duele aún más el tercer incendio que sufrió el recinto. “Yo puedo entender que los dos primeros incendios fueron sin intención: el primero, un descuido, y el segundo, un accidente circunstancial; pero lamentablemente puedo asegurarle que el tercer incendio que sufrimos fue totalmente intencional y premeditado”, cuenta Galdames.     

Esos fueron los tres principales sucesos que sufrió el “Hugo Arqueros Rodríguez”, y lo que más llama la atención al interior del Club, es la poca colaboración del estado. Luis Tapia, ex presidente y actual vicepresidente de la Rama de Fútbol del Club, cuenta que le sorprende “el hecho de que el Club Deportivo Ferroviarios ni siquiera es dueño del estadio. El propietario es la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE) y, por lo tanto, el Estado debiera hacerse cargo o, por último, preocuparse y preguntar por las condiciones en que está una propiedad que les pertenece”. Ante esto, sale al paso para aclarar que en los años 2007 y 2008, cuando Michelle Bachellet se hacía cargo de la Red de Estadios Bicentenario y comprometía el aporte estatal para financiar la remodelación o construcción de los estadios de Coquimbo, La Florida, Chillán y Temuco, él le envió notas para saber que ocurriría con el emblemático estadio de Estación Central, pero la ex presidenta no le prestó atención al pedido.                         

“Ahora que está Piñera, obviamente iré a golpear su puerta. Yo amo a Ferroviarios y haré lo que sea por levantar este proyecto, no se pierde nada con preguntar… hemos consultado con el Gobierno, sin tener respuestas, hemos mandado proyectos a la ANFA (Asociación Nacional de Fútbol Amateur) y también a Chiledeportes, queremos que el Proyecto Goal de la FIFA (que financia la implementación de canchas de fútbol) nos permita contar con un mejor lugar para los futbolistas que se desempeñan acá”, agrega Tapia.                      

El equipo de fútbol, en la actualidad, participa del torneo oficial de la Tercera B, correspondiente a la cuarta división de Chile. Al estar en cuarta división, el Club es parte de la ANFA, asociación que agrupa a los equipos amateur. Y bajo esa condición, el club firma contrato con sus jugadores y solo les da ayuda cuando puede. Es por eso que causó mucha emoción el hecho de que en 2008, el Canal del Fútbol (CDF) decidiera junto a la productora M11 (de la cual Marcelo Salas es dueño), crear el programa-reality “Ferro de Corazón”, en donde emitirían un programa semanal que mostraría el diario vivir del equipo: los entrenamientos oficiales de los días martes y jueves, además del partido oficial jugado el fin de semana. Esto le trajo inconvenientes al Club, ya que hubo un choque entre los dirigentes y los jugadores: el canal latinoamericano Fox Sports comenzó a transmitir en el 2005 “Atlas, la otra pasión”, programa-reality de un club del fútbol argentino que militaba en la Primera D, lo que equivale a la cuarta división de su país. El canal, junto con darlo a conocer a nivel continental, le dio recursos al Club para que pudiera entregarle algo a los jugadores. Luego tres años de éxito, el programa-reality comenzó a bajar su sintonía. Desde la gerencia de Fox Sports comenzaron a buscar otros equipos a nivel continental para aplicar la misma fórmula pero con otro equipo. En ese momento, Ferroviarios asomó como la principal carta de relevo para el Club Atlético Atlas. Incluso, varios ejecutivos de Fox estuvieron en Chile para hablar del tema y parecía estar todo zanjado, ya que el canal se encargaría de comenzar la remodelación del estadio y eso motivaba mucho a los directivos ferroviarios. Solo debían esperar tres meses para recibir la confirmación oficial de Fox Sports. Y es ahí cuando el CDF y M11 aparecen en escena. Le ofrecen a Ferro ser el reality chileno, lo mismo que “Atlas…” en Fox Sports, pero “Ferro de Corazón” por la señal básica del Canal del Fútbol. Fue ahí cuando la dirigencia consulto con los propios jugadores. O tomaban la opción segura del CDF o esperaban tres meses la confirmación de Fox Sports. Los jugadores se inclinaron por la opción del CDF y Tapia, presidente en ese entonces, aceptó, opción de la que aún se arrepiente. “Es cierto que yo les consulté a los jugadores. Ellos me dijeron que tomáramos la opción del CDF y es algo de lo que, creo, me arrepentiré siempre, ya que el CDF, aparte del reconocimiento público por parte de muchos de los que vieron el programa, solo nos entregó una cortadora de pasto, un par de pelotas y petos de entrenamiento; lo de Fox era un negocio tremendo, ya que remodelaban el estadio y nos proveían de ropa deportiva… Perdimos una gran opción”, asegura Tapia.           

Por su condición de club amateur y de no remunerar a sus jugadores, terminada la competencia oficial, estos quedan en libertad de acción y en caso de querer seguir jugando al año siguiente, deben presentarse en las fechas que determina la dirigencia. Es por esto que Daniel Ramos, ex arquero del equipo durante este 2010, comenta lo deterioradas que están las instalaciones. “El camarín está muy mal. Se ve viejo, hay poco espacio, las duchas son malas… A veces no hay ni agua caliente. Cuesta enfocarse en lo que uno hace cuando las condiciones no son las ideales”, cuenta Ramos. Dentro de esa misma línea opina el mediocampista argentino Nicolás Pekar, quien entrenando en la cancha del estadio se fracturó el pie. “Lamentablemente el Club no cuenta con en todos los aspectos con la gente que necesita y eso se ve reflejado en la cancha, que esta llena de baches y saltitos, así que en un encontrón con un compañero, caí mal luego de saltar a cabecear una pelota y pisar un hoyo gigante… Tenés  que tener suerte para correr en esa cancha y no torcerte un pie”, cuenta con algo de ironía Pekar.

Con todos los problemas que ha traído en el tiempo el Club, los máximos regentes vieron algo de luz cuando la Universidad de Chile se acercó para preguntar por el recinto ubicado en Ramón Subercaseaux, con lo que muchos se ilusionaron con que los azules se asentarían también en Estación Central y aprovecharían de arreglar la cancha. Pero nada de eso pasó. En la concesionaria Azul Azul desistieron de adquirir el complejo deportivo, “por las tratativas que se llevan a cabo para declararlo Monumento Nacional, lo que imposibilitaría en un futuro modificar sus galerías y tribunas”, según dijeron un comunicado oficial.

Tapia se encarga de confirmar esa información: “Es cierto, estamos tratando de que este gran estadio, con cerca de 70 años, se reconocido como Monumento Nacional. Ya he hablado con el alcalde de Estación Central, Rodrigo Delgado, y el alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett. Ojalá sea pronto, porque el hincha ferroviario se lo merece, por todo lo que ha sufrido tanto en los institucional como en lo deportivo”.

Por el momento, el actual vicepresidente pareciera ser el único que busca un mejor futuro para el Club, al punto de que él mismo se encarga de la administración deportiva, abrir y cerrar el estadio, de cortar el pasto de la cancha y de hasta limpiar los camarines si es necesario. “¡Y lo hago con gusto porque amo a Ferroviarios!”.

El bailarín que lucha por su gran sueño

Cuesta creer que el gran sueño de un bailarín amateur, por llamarlo de alguna manera, sea tan ambicioso. Pablo Alejandro Villegas, conocido popularmente como “El Bailarín de Estación Central”,  se propone metas realmente altas para los años que vienen. Antes de comenzar el año 2013, Villegas sueña, según cuenta él mismo, con poder bailar en el escenario de la Quinta Vergara, dejar su huella en el Festival y poder ser reconocido en Chile y también en el resto de los países en los que se emite el evento.                  

A Villegas se le tiene un cariño especial en Estación Central, ya que bailó permanentemente durante años en la comuna, y también en su comuna de origen, Quinta Normal. El desempeño en esas dos comunas, además de haberse desempeñado en una de las tantas ferias de Pudahuel, hicieron que inmortalizaran su imagen utilizando la nueva tecnología: Facebook.         

Es ahí donde el destacado bailarín del pueblo cuenta con una página que lleva por nombre “El bailarín de Estación Central” y que, a la fecha, ya cuenta con más de cuatro mil quinientos fans. Dentro del sitio, de carácter público para todo aquel que posea una cuenta en la página, se encuentra gran cantidad de testimonio de personas que en más de una ocasión se han deleitado con los connotados pasos de Villegas. Que se escapaba de la casa por sobre la reja para ir a bailar, que es sordomudo (o que tiene un bajo nivel auditivo), que baile mejor Axe que Fabricio o que incluso en un principio de su carrera como bailarín callejero no recogía el dinero que la gente le dejaba, pero ahora si.

Lo de Facebook es quizás la mayor promoción del trabajo que ejerce Villegas, junto a un breve reportaje hecho por TVN en el año 2008. Villegas habla a menudo de que le gustaría tener mayor notoriedad. Dice haber rechazado la invitación de un señor que lo conminó a trabajar como bailarín en una disco, pero “Pachuco”, como le conocen los más cercanos, rechazó la propuesta por considerar que ese no era su ambiente, que él era de la gente, del pueblo, que se sentía “más cómodo en mi Estación”, según dijo, no exento de dificultades.                         

Villegas cuenta su experiencia con la TV, o mejor dicho, con algunos programas en donde su talento se pudo o podrá desarrollar. Intentó participar de “Fiebre de Bailar”, de Chilevisión, pero pronto se dio cuenta que el estelar que conducía Julián Efelbein, no hacía castings, por lo que su idea original se vio truncada. Aprovechando la oportunidad, criticó el formato del programa más exitoso de la señal de Sebastián Piñera durante este 2010, al decir que los participantes, que eran famosos, no merecían estar ahí, ya que no eran profesionales del baile y que no necesitaban el dinero que quizás si necesitarían muchos de los posibles postulantes que hubieran habido en caso de que el programa hubiese sido con un casting público.          

Pero hace poco, apareció el programa que “Pachuco” esperaba desde lo más íntimo de su ser: “Talento Chileno”. El programa, también de Chilevisión y nuevamente a cargo de Efelbein, es un estelar donde se ve la aprobación de un jurado compuesto por tres personas hacia un artista. Puede ser cantante o, como Pablo, bailarín. Al hablar del nuevo programa, se entusiasma. Dice que probablemente irá a probar suerte a los estudios del canal. Advierte para que no parezca extraño si es que aparece en alguna edición del show y confiesa que le gustaría que sus dotes no solo fueran conocidos en cuatro o cinco comunas, sino que en todo Chile.     

Dentro de sus declaraciones, se pueden hacer algunos alcances que podrían llevar a la confusión. Comenta que le encantaría estar en el Festival y, por otro lado, asegura que siempre preferirá estar bailando en su querida Estación Central en vez de ir a París, por ejemplo. Nicole Castro, estudiando de la Universidad Santo Tomás, mujer que dice haber conocido desde hace por lo menos seis años a Villegas en Estación Central y haber dialogado con él, dice “conozco a Pablo y realmente es una persona buena… Buena de verdad, yo sé que él ama Estación Central y no se iría de aquí ni por un millón de dólares”.

Con respecto a las puñaladas que le dieron en 2008, Villegas prefiere no hablar. Se exalta y modula mal. Se ofusca y pide cambio de conversación. Sin embargo, Martín Jiménez, transeúnte que continuamente observaba sus pasos de baile, asevera que increíblemente Villegas se recuperó prontamente, o por lo menos antes de lo esperado, y siguió bailando tan igual o mejor que de costumbre. “Ese hecho, tan delicado, parece haberlo fortalecido… A mi me impactó pasar a las 10 de la mañana y luego a las 8 de la tarde y verlo ahí, bailando como si nada hubiera pasado”.                    

Villegas, como se ha dicho, irradia felicidad. Es cosa de estar en Estación Central y preguntarle a la gente si lo conoce. Quienes saben de él, siempre tendrán palabras que enaltecen la figura de “Pachuco”. Lo llaman ídolo, figura, estrella o genio. Muchos destacan como ha permanecido durante tanto tiempo en la comuna. Algunos hablan del 96, otros del 97 e incluso del 2001. Villegas aclara que baila en la calle “desde hace trece años”, por lo que se concluye que su estreno en las avenidas santiaguinas fue en el año 1997.                         

Siempre lo han destacado como un gran bailarín. Él se apresura en decir, orgullosamente, que jamás ha tenido vergüenza. Que lo que hace, lo hace motivado por su gran inspirador. Y no es nada menos que Michael Jackson, a quien Villegas admiró desde pequeño e incluso se atreve a decir que constantemente pedía que le regalaran un atuendo idéntico al del “Rey del Pop”: camisón blanco, chaqueta negra, pantalones negros, medias blancas y zapatos negros relucientes.

Villegas, como toda persona que hace algo distinto, fue juzgado por muchos al momento de bailar en la calle. Al ser un lugar público, se exponía a muchos comentarios, algunos con buenas intenciones y otros no tanto. Algunos lo trataron de esquizofrénico e incluso hubo gente que llamó a carabineros para que lo desalojaran de su lugar de baile. Con respecto a este tema, Villegas prefiere no hablar. Nuevamente se molesta. Evade la pregunta, tal como lo hace con todos los temas que no le son gratos, lo que demuestra que él, es solo felicidad, que lo suyo es entregarle una alegría a la gente, una sonrisa, un saludo y poder alegrarle el día a otros.

Carabineros, al ser consultado sobre si alguna vez tuvieron una denuncia en contra de Villegas o si alguna vez fue detenido por alguna causa, prefieren desligarse del tema y decir que no están autorizados para dar esa información, la cual tampoco es confirmada por la gente que conoce al bailarín.

Villegas se enfoca en lo suyo, el baile, y es ahí donde más satisfacciones le ha dado a sus espectadores. Cuando estaba de moda, deslumbraba con el Axe, tampoco ha perdido la oportunidad de intentar imitar a Luis Miguel y mucho menos a su máximo referente, Michael Jackson. También está adecuado a los tiempos, baila cumbia y reggaeton como si fuera un quinceañero. Muchos también cuentan que Villegas cantaba a capela lo que improvisara en el momento y eso le valió muchos piropos a mujeres atractivas que pasaban cerca de Villegas. Lejos de malinterpretarlo, las mujeres lo tomaban de quien venía: un ídolo del sector. Rafaela Aguirre cuenta lo que le sucedió durante una tarde del 2006: “Venía cruzando la Alameda y yo iba con mi novio de ese entonces y estábamos discutiendo. “Pachuco” estaba al final de la calle y cuando yo pasee por ahí me cantó un piropo a mi y otro a mi ex, reprimiéndolo por estar peleando con una mujer… La verdad que se pasó”.

Así es Pablo Alejandro Villegas. Pablo. “Pachuco”. “Dancing”. O “El Bailarín de Estación Central”, conocido en gran parte del Gran Santiago por su talento en el baile, por su entusiasmo, la alegría que transmite. Un hombre sencillo, admirador de Michael Jackson y que sueña con poder estar en el Festival de Viña.

Pablo Alejandro Villegas: “Bailarín de Estación Central” sueña con llegar a la Quinta Vergara

Ídolo. Figura. Estrella. Genio. Así lo define la gente. Paulo Andrés Villegas (de 35 años) es un bailarín callejero, nacido en Quinta Normal pero que se ha desempeñado en las veredas de Estación Central. Ya son años ejerciendo el baile y, gracias a eso, la gente le demuestra cariño y, a veces, devoción, ya que en su particular estilo al bailar, ha cautivado muchas miradas que han hecho una rutina el ir a verlo a determinada hora.

 

¿Cómo comienza esta pasión por el baile?

Bueno, comienza en mi juventud. A mi me gusta harto el baile. En los años en que estuve en el liceo, siempre participaba en las actividades de baile. Nunca fui vergonzoso, así que bailar frente a otros nunca fue un problema para mí.

 

¿Tuvo algún modelo con el cuál se guió en el baile?

Desde niño yo me identificaba con Michael Jackson. El no fue el “Rey del Pop”, fue el “Dios del Pop”. Me dolió en el alma su muerte. También bailaba mucho de lo que canta Madonna. Ritmos rápidos, bailables. Que generen inspiración.

 

¿Y cuando empieza a bailar en las calles?

(Suspira) Desde hace años. Más de 10, diría yo. Lo que pasa es que mi historia es para no creer. Yo bailaba en el colegio, fiestas a beneficios, me presentaba a castings. Hasta que un día, un señor me vio y me dijo “tu bailai rebien, yo te puedo conseguir una pega de bailarín”. Me llevó a la disco y baile 20 minutos. Me fui nomás. No me gustó el ambiente. Me di cuenta que yo era del pueblo, de calle… yo he llegado a fiestas de aquí, de la comuna, y entro y bailo. Hago lo que se hacer. La gente me motivó. Y en Estación Central hubo una conexión muy linda con la gente. Yo le tomé mucho cariño a la comuna.

 

Usted ya es todo un personaje en Estación Central, ¿ha pensado en cambiar de lugar y cautivar otro público?

No me mire a huevo. Yo no soy conocido solo acá en Estación Central. Yo, nacido en Quinta Normal, he bailado harto por allá también. Últimamente he estado harto en Pudahuel, bailando en ferias. He bailado en Renca para distintos bingos a beneficio. Pero, por más que baile en cualquier comuna, siempre tendré un cariño especial por Estación Central. Prefiero Estación Central en vez de París, con eso le digo todo (ríe).

Luego de estar en distintas comunas desplegando su talento, ¿Cuál es su próxima meta u objetivo?

Mire, a mi toda la gente me dice que tengo talento, que tengo pasta, que nací para esto. Yo lo he pensado mucho y últimamente me han cateteado harto. Estuve apunto de ir a tocar las puertas de Chilevisión el año pasado, cuando supe que habría un programa de baile (N. de la R.: “Fiebre de Baile”), pero después me di cuenta de que solo participarían famosos. Lo encontré muy injusto: ellos no tienen la necesidad de ganar más plata y tampoco son profesionales del baile. Ese capítulo ya lo cerré. Ahora sacaron otro programa, el “Chile, País de Talentos”, y ese es con casting, así que seguramente iré a ver que tal. Quiero que mis bailes no solo sean conocidos en cuatro o cinco comunas, sino que en todo Chile.

SIMCE en Estación Central: Resultados 2009 no son óptimos y se espera una mejoría

Los resultados del SIMCE 2009, hecho a alumnos de 4º y 8º básico,  efectuado en Estación Central arrojaron preocupantes conclusiones: ningún colegio municipal o subvencionado superó los 300 puntos en alguna de las pruebas ni en 4º ni 8º básico. Según la directora de la Dirección de Educación, Isolda Cid, “pocos colegios superaron lo esperado”. La mayor preocupación está en los colegios municipales, que se ubicaron en un promedio bastante bajo en cuanto a la expectativa (250 puntos).

¿Qué acciones ha tomado la Municipalidad con respecto a mejorar el nivel de la educación dentro de la comuna?

Nosotros, como Dirección de Educación, hemos estado haciendo capacitaciones para los profesores que enseñan en esos colegios. Hemos reforzado el Sistema de Aseguramiento de la Calidad de la Gestión Educativa (SACGE) y el Sistema de Evaluación docente. Entendemos que desde los propios profesores parte el proceso de una buena enseñanza, sobre todo en una comuna tan complicada como esta.

¿A qué se refiere con comuna complicada?

A que a veces muchos de los jóvenes son tentados por malas influencias, ya sea hacia el alcohol, drogas o la misma delincuencia. Esos son temas que acá en la comuna pesan. Es por eso que nuestro primer objetivo es poder darle a un joven o niño una educación sistemática, digna y que le permita seguir proyectándose en estudios superiores.

Volviendo a lo del SIMCE, ¿qué es lo que influye en los malos resultados?

Que esta comuna no es de recursos abundantes, un 95% es de clase baja o media-baja y eso se ve reflejado en los resultados. Muchos de los padres de nuestros alumnos no tienen estudios, ni técnicos ni universitario, y es por eso que a veces los propios alumnos se ven reflejados en sus padres y se cuestionan el porque están estudiando. Pocas veces se ve una real motivación. Si te fijas, solo hubo dos colegios que superaron la barrera de los 300 en Estación Central: el Greenland School, que es particular, sacó en 4º básico, 303 en lenguaje, 312 en matemáticas y 303 en compresión del medio, y en 8º básico,  301 en lenguaje, 312 en matemáticas y 314 en ciencias naturales, solo bajó en historia al promediar 295. La otra excepción fue el Liceo Ruiz-Tagle, ya que en 8º básico promedió 300 en lenguaje, 322 en matemáticas, 314 ciencias y 300 en historia. Y sería, son las dos grandes excepciones de la comuna, queremos más colegios y liceos como estos dos.

¿Qué esperan para el próximo SIMCE en cuanto a los resultados?

En este tipo de procesos largos, como lo es en el ámbito educacional, esta vez si esperamos que nuestros colegios, tanto municipales como subvencionados, comiencen a sobre pasar la barrera de los 250 puntos. Si llegamos a tener algún colegio que obtenga más de 300 puntos, será un gran logro y un ejemplo para la comunidad.

Evangélicos encuentran nuevos opositores

Los evangélicos deberán acostumbrarse a convivir con las manifestacionesLa Iglesia, como un todo, ha vivido últimamente un periodo lleno de problemas que solo dañan su imagen y hace que la gente realmente cuestione su postura con respecto la creencia religiosa. Entre esos inconvenientes, encontramos, sin ir más lejos, en nuestro mismo país, los problemas de pedofilia o que un cura tiene familia. El “Caso Karadima” fue el que más llamó la atención de la gente y los medios en el último tiempo.

Ante esto, la Iglesia Evangélica no queda aparte. Claro que no son acusaciones tan graves. Esta vez, los evangélicos encontraron un pequeño grupo opositor que se manifestó luego de la reunión del domingo 12 de septiembre y amenaza con seguir asistiendo post-reunión a hacer sentir su molestia.

La protesta fue organizada vía Facebook, sitio en el que Marcelo Caro creó el evento y envió la invitación a cerca de 50 personas. “Un día me chatié del temita de los cantos de los evangélicos y de que pasen pidiendo comida cada tres horas y creé el evento nomás”. Caro, como vecino de la Catedral, vive domingo a domingo lo que él califica como “desagradables cantos y charlitas sin sentido”. Cuenta que el evento lo ideó junto a cuatro amigos más y que ellos conocían a la veintena de personas que se sumaron a protestar.

La manifestación consistió en cánticos en contra de los evangélicos y epítetos bastante subidos de tono, como “mendigos”, “mercenarios del señor” o “anti-cristos”, entre otros. Desde la propia Catedral, prefirieron bajarle el perfil a la protesta, por lo que hicieron caso omiso a la manifestación. Al igual que los mismos evangélicos que, al finalizar la tertulia, seguían conversando fuera de la Catedral.

Martín Pérez, evangélico que dice llevar 12 años ininterrumpidos yendo a la tertulia dominical, dice es parte de su vida religiosa el hablar en las plazas y comunicar el legado que le deja su religión. Sabe que para algunas personas es algo muy molesto, pero advierte que ni él ni ningún otro predicador dejará de hacerlo solo porque a un grupo de treinta personas les molesta.

Caro, organizador del evento de Facebook, dice que ellos están en conocimiento de que los evangélicos seguirán con sus mismas actitudes, por lo que está preparando otro evento para las primeras semanas de octubre, en la que espera involucrar mucha más gente y, por sobre todo, concitar más atención que aquel domingo 12 de septiembre, en donde por la poca cantidad de gente que se manifestaba, no hubo problemas en que se desarticulara la protesta en cosa de minutos.

Estación Central construirá centro polideportivo

El centro polideportivo contará con un gimnasio multiuso.

La Municipalidad de Estación Central ya definió que entre noviembre y diciembre de 2010 comenzará la construcción de un nuevo y moderno polideportivo, el que tendrá un cosato de 2.500 millones de pesos y será financiado en conjunto por la Municipalidad, el Gobierno Regional Metropolitano de Santiago  y la Subsecretaría de Deportes de Chile.

Ivo Pavlovic, Jefe del Departamento de Deporte y Recreación, dice que el centro contará con piscinas temperadas, gimnasio, multicanchas, salón de racquetball y salas para gimnasia entretenida.

La ubicación del recinto será en Villa Francia, lo que no fue un hecho azaroso, ya que desde el municipio se dijo que al ser un lugar altamente poblado y en donde hay mucha gente que vive en riesgo social, se espera que exista un espacio de recreación tanto para ellos como para el resto de la población.

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