El bailarín que lucha por su gran sueño

Cuesta creer que el gran sueño de un bailarín amateur, por llamarlo de alguna manera, sea tan ambicioso. Pablo Alejandro Villegas, conocido popularmente como “El Bailarín de Estación Central”,  se propone metas realmente altas para los años que vienen. Antes de comenzar el año 2013, Villegas sueña, según cuenta él mismo, con poder bailar en el escenario de la Quinta Vergara, dejar su huella en el Festival y poder ser reconocido en Chile y también en el resto de los países en los que se emite el evento.                  

A Villegas se le tiene un cariño especial en Estación Central, ya que bailó permanentemente durante años en la comuna, y también en su comuna de origen, Quinta Normal. El desempeño en esas dos comunas, además de haberse desempeñado en una de las tantas ferias de Pudahuel, hicieron que inmortalizaran su imagen utilizando la nueva tecnología: Facebook.         

Es ahí donde el destacado bailarín del pueblo cuenta con una página que lleva por nombre “El bailarín de Estación Central” y que, a la fecha, ya cuenta con más de cuatro mil quinientos fans. Dentro del sitio, de carácter público para todo aquel que posea una cuenta en la página, se encuentra gran cantidad de testimonio de personas que en más de una ocasión se han deleitado con los connotados pasos de Villegas. Que se escapaba de la casa por sobre la reja para ir a bailar, que es sordomudo (o que tiene un bajo nivel auditivo), que baile mejor Axe que Fabricio o que incluso en un principio de su carrera como bailarín callejero no recogía el dinero que la gente le dejaba, pero ahora si.

Lo de Facebook es quizás la mayor promoción del trabajo que ejerce Villegas, junto a un breve reportaje hecho por TVN en el año 2008. Villegas habla a menudo de que le gustaría tener mayor notoriedad. Dice haber rechazado la invitación de un señor que lo conminó a trabajar como bailarín en una disco, pero “Pachuco”, como le conocen los más cercanos, rechazó la propuesta por considerar que ese no era su ambiente, que él era de la gente, del pueblo, que se sentía “más cómodo en mi Estación”, según dijo, no exento de dificultades.                         

Villegas cuenta su experiencia con la TV, o mejor dicho, con algunos programas en donde su talento se pudo o podrá desarrollar. Intentó participar de “Fiebre de Bailar”, de Chilevisión, pero pronto se dio cuenta que el estelar que conducía Julián Efelbein, no hacía castings, por lo que su idea original se vio truncada. Aprovechando la oportunidad, criticó el formato del programa más exitoso de la señal de Sebastián Piñera durante este 2010, al decir que los participantes, que eran famosos, no merecían estar ahí, ya que no eran profesionales del baile y que no necesitaban el dinero que quizás si necesitarían muchos de los posibles postulantes que hubieran habido en caso de que el programa hubiese sido con un casting público.          

Pero hace poco, apareció el programa que “Pachuco” esperaba desde lo más íntimo de su ser: “Talento Chileno”. El programa, también de Chilevisión y nuevamente a cargo de Efelbein, es un estelar donde se ve la aprobación de un jurado compuesto por tres personas hacia un artista. Puede ser cantante o, como Pablo, bailarín. Al hablar del nuevo programa, se entusiasma. Dice que probablemente irá a probar suerte a los estudios del canal. Advierte para que no parezca extraño si es que aparece en alguna edición del show y confiesa que le gustaría que sus dotes no solo fueran conocidos en cuatro o cinco comunas, sino que en todo Chile.     

Dentro de sus declaraciones, se pueden hacer algunos alcances que podrían llevar a la confusión. Comenta que le encantaría estar en el Festival y, por otro lado, asegura que siempre preferirá estar bailando en su querida Estación Central en vez de ir a París, por ejemplo. Nicole Castro, estudiando de la Universidad Santo Tomás, mujer que dice haber conocido desde hace por lo menos seis años a Villegas en Estación Central y haber dialogado con él, dice “conozco a Pablo y realmente es una persona buena… Buena de verdad, yo sé que él ama Estación Central y no se iría de aquí ni por un millón de dólares”.

Con respecto a las puñaladas que le dieron en 2008, Villegas prefiere no hablar. Se exalta y modula mal. Se ofusca y pide cambio de conversación. Sin embargo, Martín Jiménez, transeúnte que continuamente observaba sus pasos de baile, asevera que increíblemente Villegas se recuperó prontamente, o por lo menos antes de lo esperado, y siguió bailando tan igual o mejor que de costumbre. “Ese hecho, tan delicado, parece haberlo fortalecido… A mi me impactó pasar a las 10 de la mañana y luego a las 8 de la tarde y verlo ahí, bailando como si nada hubiera pasado”.                    

Villegas, como se ha dicho, irradia felicidad. Es cosa de estar en Estación Central y preguntarle a la gente si lo conoce. Quienes saben de él, siempre tendrán palabras que enaltecen la figura de “Pachuco”. Lo llaman ídolo, figura, estrella o genio. Muchos destacan como ha permanecido durante tanto tiempo en la comuna. Algunos hablan del 96, otros del 97 e incluso del 2001. Villegas aclara que baila en la calle “desde hace trece años”, por lo que se concluye que su estreno en las avenidas santiaguinas fue en el año 1997.                         

Siempre lo han destacado como un gran bailarín. Él se apresura en decir, orgullosamente, que jamás ha tenido vergüenza. Que lo que hace, lo hace motivado por su gran inspirador. Y no es nada menos que Michael Jackson, a quien Villegas admiró desde pequeño e incluso se atreve a decir que constantemente pedía que le regalaran un atuendo idéntico al del “Rey del Pop”: camisón blanco, chaqueta negra, pantalones negros, medias blancas y zapatos negros relucientes.

Villegas, como toda persona que hace algo distinto, fue juzgado por muchos al momento de bailar en la calle. Al ser un lugar público, se exponía a muchos comentarios, algunos con buenas intenciones y otros no tanto. Algunos lo trataron de esquizofrénico e incluso hubo gente que llamó a carabineros para que lo desalojaran de su lugar de baile. Con respecto a este tema, Villegas prefiere no hablar. Nuevamente se molesta. Evade la pregunta, tal como lo hace con todos los temas que no le son gratos, lo que demuestra que él, es solo felicidad, que lo suyo es entregarle una alegría a la gente, una sonrisa, un saludo y poder alegrarle el día a otros.

Carabineros, al ser consultado sobre si alguna vez tuvieron una denuncia en contra de Villegas o si alguna vez fue detenido por alguna causa, prefieren desligarse del tema y decir que no están autorizados para dar esa información, la cual tampoco es confirmada por la gente que conoce al bailarín.

Villegas se enfoca en lo suyo, el baile, y es ahí donde más satisfacciones le ha dado a sus espectadores. Cuando estaba de moda, deslumbraba con el Axe, tampoco ha perdido la oportunidad de intentar imitar a Luis Miguel y mucho menos a su máximo referente, Michael Jackson. También está adecuado a los tiempos, baila cumbia y reggaeton como si fuera un quinceañero. Muchos también cuentan que Villegas cantaba a capela lo que improvisara en el momento y eso le valió muchos piropos a mujeres atractivas que pasaban cerca de Villegas. Lejos de malinterpretarlo, las mujeres lo tomaban de quien venía: un ídolo del sector. Rafaela Aguirre cuenta lo que le sucedió durante una tarde del 2006: “Venía cruzando la Alameda y yo iba con mi novio de ese entonces y estábamos discutiendo. “Pachuco” estaba al final de la calle y cuando yo pasee por ahí me cantó un piropo a mi y otro a mi ex, reprimiéndolo por estar peleando con una mujer… La verdad que se pasó”.

Así es Pablo Alejandro Villegas. Pablo. “Pachuco”. “Dancing”. O “El Bailarín de Estación Central”, conocido en gran parte del Gran Santiago por su talento en el baile, por su entusiasmo, la alegría que transmite. Un hombre sencillo, admirador de Michael Jackson y que sueña con poder estar en el Festival de Viña.

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